martes, 28 de septiembre de 2010

5 mitos sobre la motivación de empleados

Noticia enviada por Alba Méndez Mendo


Por: David Javitch


Conoce qué estrategias funcionan y cuáles no para lograr que tu personal sea más productivo y genere mejores resultados.



Los dueños de negocios necesitan asegurarse de que sus empleados son productivos y que están deseosos de hacer el mejor trabajo posible. Pero en toda industria y organización hay gente que simplemente no realiza sus tareas con la calidad necesaria y esto puede representar problemas costosos para una organización.
Además, los líderes a menudo pierden la brújula cuando tratan de incrementar el rendimiento de los empleados. Y es que existen muchos mitos alrededor de este tema. Aprende a reconocerlos y aplica estrategias realmente efectivas que te ayudarán a tener trabajadores felices y productivos.
Mito 1. Sólo el dinero motiva. Si le pagas a alguien suficiente dinero, será capaz de hacer casi cualquier trabajo. Y cuando ofreces bonos como recompensa, los beneficiarios se sienten muy felices y trabajan mejor. Sin embargo, hay estudios que señalan que esa felicidad dura poco, pues al cabo de unos meses los trabajadores ya no recuerdan el premio. Esto se debe a que el dinero, en sí y por sí mismo, no motiva continuamente a los individuos y es de corto plazo.

Estrategia. El reconocimiento y el estatus son los verdaderos motivadores que mejoran el desempeño. ¿Por qué? Mientras el dinero puede servir para levantar el ánimo, una felicitación ante el grupo por el trabajo bien hecho resulta más satisfactoria. Por ejemplo, el colaborador que vende más productos que cualquier otro en su departamento y es recompensado por su jefe con un bono, no sólo se sentirá orgulloso de sus logros, además obtendrá el reconocimiento de colegas y clientes.
Crea situaciones que permitan a tu empleado saber y sentir que consiguió una meta. Ellos responden más a las oportunidades para alcanzar objetivos que les otorguen reconocimiento, desarrollo, enriquecimiento y crecimiento laborales.

Mito 2. Basta con mantenerlos contentos. A menudo los dueños de empresas hacen circo, maroma y teatro para tener entretenidos a sus trabajadores: algunos les proporcionan salones de juegos, televisión por cable o áreas recreativas. La teoría dice que si se mantiene animado al personal durante sus descansos, ello se traducirá en un incremento en la motivación y la productividad. Desafortunadamente, esto no es muy efectivo.
Estrategia. Los empleados desean y esperan sus descansos durante todo el día y, cuando es el momento, los disfrutan e incluso los hacen perdurar. Pero la satisfacción que obtienen durante este periodo no necesariamente se traduce en mejor o mayor calidad en su desempeño. Asegúrate de mantener ese estado de ánimo a lo largo del día y de ofrecerles un ambiente laboral donde se sientan a gusto y que cumpla sus expectativas.
Mito 3. Es mejor ignorar los conflictos. Con frecuencia los jefes y empleados, por igual, prefieren no hacerle caso a un problema en vez de abordarlo, ya que esperan que desaparezca solo. Incluso son muchos los directivos que están más preocupados por agradar que por cumplir con sus responsabilidades y atender los asuntos difíciles rápidamente.
Estrategia. Pasar por alto una situación problemática no le ayuda a nadie. De hecho, ignorarla es la peor alternativa, pues con el tiempo puede convertirse en una complicación mayor. Si estás al frente del negocio, tu tarea es obtener información de los miembros del grupo para determinar la magnitud del problema y tomar las medidas apropiadas para corregirlo.
Mito 4. Algunas personas simplemente no están motivadas. Este es un error muy común. Todo el mundo está animado... pero por distintas razones. Un ejemplo: un colaborador que, en lugar de trabajar, está enfrascado en un juego de computadora o enviando correos electrónicos personales. Se podría pensar que al individuo no le interesa su empleo porque no está realizando sus labores, pero esto puede no ser totalmente cierto. En ese momento, el empleado ocioso está motivado, quizá demasiado. Sólo que ese entusiasmo no está orientado al trabajo ni resulta productivo para la compañía.
Estrategia. Hazle saber a este colaborador que su comportamiento no es aceptable y que esta situación afecta al resto de la organización. El reto es descubrir lo que en verdad lo motiva y hacer coincidir esos elementos con la descripción de sus labores (asumiendo que valga la pena conservar a esa persona como parte de la nómina).
Mito 5. Los empleados listos no necesitan motivación. Todos quieren gente lista que trabaje para ellos porque aprenden mejor, se adaptan fácilmente y trabajan rápido. Los jefes pueden creer, equivocadamente, que no necesitan pasar mucho tiempo con este tipo de colaboradores, ni prestarles atención. Pero la inteligencia y la automotivación no necesariamente van de la mano. Muchos empleados listos no son capaces de descubrir qué los motiva y tienden a aburrirse o frustrarse con facilidad. El resultado es una falta de interés y de productividad.
Estrategia. Fomenta una atmósfera donde el empleado se sienta motivado y estimulado. Averigua qué le interesa hacer a tu equipo de trabajo en sus tiempos libres, cuáles son sus inquietudes, qué aspectos de su trabajo le resultan interesantes o emocionantes, y cuáles le aburren.


Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:

http://www.soyentrepreneur.com/home/index.php?p=nota&idNota=9149

2 comentarios:

  1. Comentario realizado por Laura Armesto Ponce

    Estoy totalmente de acuerdo con este artículo, puesto que no es suficiente con un mínimo aliciente al trabajador, se necesita un constante apoyo y entendimiento mutuo.
    Con respecto al mito 1 se ve claramente que una compensación económica puede contentar muchísimo a un empleado, pero, si no se hace de forma continua, esto puede provocar el efecto contrario y desanimar por completo al trabajador en el momento en que no consiga tal compensación.
    Lo más adecuado puede ser brindarles la oportunidad de promocionar para que ellos mismos vean el efecto de sus esfuerzos.
    La estrategia del mito 2, por supuesto, es una gran verdad dado que si nos limitamos a hacerles agradable el descanso lo único que se consigue es una desmotivación cuando llega el momento de retomar el trabajo; por ello crear un buen ambiente y un buen ánimo en todos los trabajadores durante su jornada puede ser más efectivo.
    El mito 3 es un gran error cometido por la mayoría de los empresarios que creen más conveniente hacer que sus trabajadores solucionen sus conflictos en lugar de poner paz.
    Según el mito 4 puede haber personas que están desmotivadas y no hay manera de hacerlas cambiar, por supuesto esto no es cierto, lo ideal sería indagar en la situación de ese empleado y hacerle ver que su actitud afecta a todos.
    En el mito 5 se dice que si es un buen trabajador y da sus recompensas no hay que preocuparse por él, pero en mi opinión hay que cuidar a todos los trabajadores y hacerse amigos.
    Como conclusión decir que, aun hoy en día se continúa tratando al trabajador como un activo más de la empresa y se le limita a recompensar de vez en cuando con cosas mínimas a las que el empleado termina acostumbrándose, dejando de ser un aliciente para continuar su jornada.
    Lo ideal sería encontrar una estrategia de motivación y calidad que favorezca a todos y cada uno de los miembros de la compañía, haciendo de este modo el trabajo más llevadero e incluso gratificante.

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  2. Comentario realizado por Javier Barrio Casado

    Estoy de acuerdo con el artículo, en sentido de que la motivación no es una tarea que deba realizarse esporádicamente sino que debe de ser continua, para que el trabajador esté realmente satisfecho.
    El mito número uno habla del dinero como un factor motivador. En la situación de recesión en la que nos encontramos puede ser que sea así, y una recompensa económica ante un esfuerzo extra sea suficiente valencia para conseguir una motivación del empleado, sin embargo esta motivación no se mantendrá en el tiempo ya que según la teoría de Maslow o de Alderfer esta teoría solo satisfacería las necesidades de seguridad o de existencia, es decir, las necesidades más básicas, las cuales una vez cubiertas pasaran a las necesidades superiores.
    El mito número dos habla sobre que hay que tener contentos a los trabajadores y entretenidos en sus momentos de descanso. Considero esta afirmación como cierta, es verdad que si los descansos del trabajador consigues que este realmente desconecte del estrés producido por su trabajo este rendirá más cuando vuelva pero con eso solo no basta, también hay que hacer que se sienta cómodo y tranquilo en su lugar de trabajo ya que esto provocara que el este más seguro y mejor en su puesto de trabajo y rinda mas. Quizás esta segunda afirmación sea lo mejor para mantener al trabajador motivado ya que con la primera afirmación solo no basta.
    Con respecto a lo que dice el mito tres pienso que es una tontería, es decir, sino atiendes a los problemas y desatiendes a tus responsabilidades por generar un mejor ambiente puedes generar justamente lo contrario. Primero un conflicto genera mal ambiente de trabajo por lo cual la gente no querrá ir a trabajar, ni lo harán bien puesto que lo único que querrán será irse de vuelta a su casa y en segundo lugar el que un jefe no atienda al conflicto puede generar una gran desmotivación puesto que el empleado puede pensar que lo que él hace o deje de hacer en la empresa es de poca utilidad y que no importa que se salte las reglas porque nadie le hace caso, no solo se motiva con las recompensas sino que las sanciones sobre todo las preventivas pueden motivar.
    Atendiendo al artículo cuatro, es parecido al mito número tres, solo decir que las recompensas al igual que las sanciones sirven para motivar, además de que se hace necesario hablar con el trabajador para conocer de primera mano porque su trabajo no le motiva e intentar llegar a un acuerdo entre ambas partes con respecto a las tareas y funciones a realizar.
    Con respecto al artículo cinco decir que contratar a personas muy preparadas para el puesto es esencial para alcanzar los objetivos organizacionales, así que resultaría interesante saber que actividades les motivan, sus inquietudes y desarrollarlas para conservar un activo importante para la empresa.

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