sábado, 5 de marzo de 2011

El paro: de las estadísticas a la experiencia personal

Noticia enviada por María Salmerón Navas


Será porque tengo hijos que pronto entrarán en el mercado laboral, o porque soy profesor y pienso en lo difícil que lo tienen los estudiantes, lo cierto es que estoy especialmente sensibilizado ante un panorama desolador. Ayer mismo, recibí en mi despacho a un joven de 28 años.
Recién casado, economista, habla español, inglés y un tercer idioma de un gran país europeo, experiencia internacional, trigo limpio, reúne aptitud y actitud. Con esas credenciales, sorprende que no tenga trabajo, uno más en una lista que nos pone en evidencia. Comparto algunos de los pasajes de nuestra conversación. En este país, a la hora de contratar, los contactos personales cuentan muchísimo. Revisa amigos, profesores de confianza, antiguos jefes, le dije, busca más la calidad de relaciones que la cantidad.
Se trata de que se abra esa puerta que permanece cerrada, que accedas a una entrevista que los que no te conocen te ningunean. Una vez en ella, depende de ti. Muéstrate como eres, abierto, humilde, hambriento de saber. No vayas de perfectito, no representes un currículum inmaculado, para un sagaz entrevistador, superman no cuela. A continuación, me preguntó por la posibilidad de incorporarse a un programa de formación. Todo a su tiempo, lo primero es salir, entrevistarte con contratadores potenciales, encontrar trabajo.
La formación vendrá después en función de las deficiencias detectadas. Haz lo que sea, trabajos de cualquier tipo, todo menos encerrarte en tu habitación rumiando demonios mentales. Para aquéllos que todavía están estudiando, les diría que estudien a tope o que se pongan a trabajar. El estudiante eterno que languidece por las aulas saltando entre facultades y materias es mortal. Financiar sine díe suspensos es un suicidio colectivo.
Volviendo a mi entrevistado, su mochila viajera y deportiva le ha llevado a conocer muchos países. Ese espíritu aventurero, esa apertura mental, esa alma apátrida es lo que le permite estar cómodo en la compleja diversidad. Para empresas españolas con vocación internacional, su bagaje vital no es baladí. Cuña para los que no han salido fuera, es tiempo de hacerlo. Viajar trabajando es la asignatura troncal del máster de la vida.
Coja su macuto, libérese de la pereza y la aprensión a lo desconocido, quítese la boina y tropiécese con otros pueblos y culturas. Este país cicatero y plañidero no le merece, lárguese, y sólo si usted quiere y puede, vuelva para ilustrarnos con sus enseñanzas.
Mientras que ayudo a mi interlocutor a encontrar profesionales que apuesten por su potencial, remuevo su perfil emprendedor ¿Tienes olfato para los negocios, ves oportunidades que a los demás se nos escapan, asumes razonablemente bien el riesgo e incertidumbre inherentes al emprendedor? Por ahora, silencio por respuesta, su voz interior no dice nada audible y operativo.
Última consideración. Mientras dura la tormenta y la oscuridad se espesa, no bajes la guardia. Asegúrate que tu diálogo interior rezuma esperanza y confianza en ti mismo. Ahora que el partido está feo, no te vuelvas contra ti deslizándote por una pendiente de pesimismo. Confiado en el sólido carácter del joven, me despido de él.
Vuelvo a mi ordenador y me topo con el mail de un profesional de 40 y muchos años. Después de 25 años en su empresa, por razones de una crisis financiera lejana, abstracta y fría, le ponen de patitas en la calle. Preocupado y dolorido, recuerda los debates que teníamos en clase sobre los sueños y posibilidades de una empresa humanista.
La situación es insostenible, esta sangría de talento y energía no hay organismo sano que lo aguante. ¿Solución?, sabernos parte del problema. En lugar de ver el paro como un problema macro que han de resolver autoridades e instituciones con más poder que yo, apropiémonos personalmente del desafío. Si, en un mes, el joven de referencia no ha encontrado nada, le ficho para mi equipo. De lo abstracto a lo particular, paso a paso, persona a persona, tenemos que contribuir al pleno empleo, sitio natural de la dignidad y libertad humanas

Artículo de opinión de Santiago Álvarez De Mon, profesor del IESE
publicado en la siguiente dirección de internet:
http://www.expansion.com/2011/02/02/opinion/1296603188.html?a=40e8f35b7e7229840adc6f2ef4c4098f&t=1299327313


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