lunes, 3 de enero de 2011

Crisis mundial: ¿Estamos frente al fin del trabajo?

Noticia enviada por Manon Cravatte

¿Jeremy Rifkin en su best-seller "El Fin del Trabajo" en el año 1995 tenía razón?

Cuando leemos tantas noticias de crisis económica,  de millones de empleos eliminados del mundo, (sólo en EEUU en los 2 últimos años se perdieron 5.7 millones de empleos) muchos nos acordamos de aquel libro de Jeremy Rifkin de 1995, llamado “El fin del trabajo”. El título parecía la típica estrategia para vender y el contenido bastante ajeno en esa época para algunos, controvertido y polémico para otros.
Contra nuestra voluntad hoy podríamos preguntarnos si no es verdad, si muchas de las cosas que dice el libro ya están pasando. En caso de durar en el tiempo, “El fin del trabajo” no sería otra cosa que un vaticinio que se ha cumplido palabra por palabra.
Dice que las nuevas tecnologías eliminarán millones de puestos de trabajo en el mundo. Incluso habla de una desindustrialización en marcha, una nueva vida del hombre, con mucho tiempo libre y pocas horas dedicadas al trabajo.
Al poco tiempo de publicar este libro, dio una conferencia en Uruguay, donde se centró en lo que se viene: la Era del Comercio Genético. Cómo la aplicación de la genética y la utilización de la biotecnología va a cambiar la economía y el trabajo. Se va a terminar con la reproducción industrial de especies para pasar gracias a la clonación a la “producción de vida masiva y a medida”.
“Existe un nuevo campo llamado PHARMING -dice Rifkin- que convierte a los animales en fábricas químicas clonadas, introduciendo genes en el código genético de estos animales para que produzcan productos farmacéuticos y sustancias químicas en la leche”. ¿Qué pasará con la industria farmacéutica para ese entonces?
El cultivo e vainilla se centra solo 3 pequeños países de Asia. Ya se han hecho experimentos donde en un pequeño laboratorio se reprodujeron millones de células de esa planta a un costo irrisorio gracias a la aplicación de la biotecnología.
“La mala noticia es que 2.5 millones de personas en este planeta se encuentran todavía en la primera revolución industrial: la agricultura, la revolución neolítica” dije Rifkin.
Dice que hay una sobrecapacidad y poca demanda en todos los sectores: acero, autos, productos electrónicos, farmacéuticos, químicos. Las tecnologías de las ciencias de la vida, prometen protagonizar la próxima revolución económica y del trabajo.
Hace nada más que 30 años, un tercio de la población de EE.UU.  trabajaba en fábricas. Hoy el porcentaje es del 17% y sigue cayendo.
Se produce mucho más con menos humanos y hay más ganancias. El proceso de desindustrialización del que hablaba Rifkin es un hecho constatable. Vamos hacia el fin de la fabricación y hacia las fábricas sin obreros (que ya existen) hacia el 2020, como ahora se pueden ver la mayoría de campos sin agricultores que han sido reemplazados desde hace décadas por las máquinas agrícolas y GPS.
Si la fuerza bruta del hombre para el trabajo, ya no sirve, si el trabajo operativo es reemplazable y se obtiene mayor rentabilidad… ¿Entonces cual será el diferencial, si la mayoría de los puestos de trabajo pasarán a la historia, no habrá obreros? ¿Qué tipo de personas serán buscadas por las corporaciones en el futuro? Las mentes brillantes, seguro. Los científicos, técnicos, ingenieros, especialistas, investigadores, los educadores; los llamados trabajadores del conocimiento. Porque el resto del trabajo lo harán mayormente las máquinas. La desindustrialización del mundo está avanzando a pasos agigantados.
El liquidador de sueldos es la persona que empezó en las empresas cuando nadie hablaba de RRHH o dirección de RRHH, contadores que pagaban al personal y hacían firmar un recibo. Con el tiempo se especializaron en la técnica, en programas informáticos  y después se convirtieron en el liquidador de sueldos que hoy conocemos. Pero hoy cada vez hay menos liquidadores en las empresas. Y los que tienen en grandes corporaciones sólo cuentan con una persona. Muchas empresas tercearizan estos servicios con Accenture o IBM con costos más reducidos y sin riesgos legales.
En una conferencia que brindó en Montevideo, Uruguay en 1998, Rifkin explica por qué estamos frente al fin del trabajo y al mundo le van a sobrar  millones de jóvenes que se gradúen de las universidades.
En una extensa charla que vale la pena leer con tiempo, que explica todos estos aspectos y muchos más,  dijo:
"Sabemos que se viene el tiempo libre, mucho tiempo libre. La pregunta que nos planteamos es si va a ser para disfrutarlo o para hacer filas de desempleados".
Rifkin augura décadas de inestabilidad y disturbios sociales por la falta de empleo y la disminución de las oportunidades “El trabajador más barato en el mundo no será tan barato como la tecnología en línea que lo reemplace”. El trabajo se convertirá en el privilegio de una elite.
“Tenemos software hoy que hace lo que hacía un contador y abogado promedio hace ocho años y es más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía un ingeniero promedio hace cinco años, el CAD, que es mucho más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía el médico diagnosticador hace dos años y más barato. Acabamos de empezar esta revolución” dice Rifkin.
Existe un banco en Londres que es virtual. Tiene 180 empleados y una cartera de clientes del tamaño de un banco mediano. Se maneja a través de una página de Internet y un call center. Es uno de los bancos que mayores beneficios ha dado en los últimos años que no tiene sucursales, no necesita de la mediación humana con el cliente para subsistir.
Hay que rogar por un movimiento laboral nuevo, dice Rifkin. Porque las perspectivas dicen que habrá mucha gente que hoy son obreros o mandos medios desempleada crónica.
En todas las empresas están aplanando las estructuras para pasar a trabajar en redes. En equipos virtuales que se juntan para un proyecto y después se separan. La globalización y la virtualidad será el contexto en donde se desarrollarán los negocios del futuro. ¿Por qué entonces hay quienes (especialmente políticos) que obligan a la gente a seguir atada a viejos paradigmas?.
El siglo de la biotecnología, la fusión de la revolución de la información y las ciencias de la vida va a terminar con el trabajo de masas.
Esta nueva economía logrará productos más avanzados para la vida de las personas, se podrán vivir más años, mejor, hacer mayores negocios a nivel global. Pero no necesitará de la intervención humana para su comercialización o producción.
¿Qué pasará entonces con millones de personas en todo el mundo cuya alta calificación se va diluyendo con los años, subempleados o en estado de desempleo crónico?.



3 comentarios:

  1. Comentario realizado por Jorge Castillo Molero

    Pienso que la tecnología va en concordancia con las necesidades humanas. No hay que pensar en los avances tecnológicos como algo que quita del puesto a personas, sino como algo que va a permitir que el puesto de esa persona sea más cualificado, y por tanto de mayor importancia y utilidad para la humanidad. Ya lo decía Darwin: el animal que sobrevive no es el mas fuerte, sino el que se adapta mejor al cambio. Si en lugar de agricultores tenemos tractores, pues habrá que desarrollar el puesto de agricultor en otro que supervise el tractor, o incluso que lo fabrique. Vamos, que no creo que estemos llegando al fin del trabajo como tal.

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  2. Comentario realizado por Manuel Cano del Río

    Las reflexiones que hizo en su día Jeremy Rifkin en el libro "El Fin del Trabajo" son muy interesantes de leer hoy en día, ya que las empresas han reemplazado empleos administrativos por software y a los empleados técnicos por computadoras y tecnología punta.
    Es más fácil ser chofer de excavadora que ser el que realiza el mantenimiento y reparación de la misma., el sector que está en alza es el de los obreros altamente cualificados, donde se necesita un grado de preparación alto, dado que en los procesos de producción pueden resolver mas de uno o dos problemas que surjan.
    Las generaciones del 60,70 y 80 que son las que más se vieron influenciada en sus vidas por el modo de producción “just in time“, en el cual no se requería un grado especial de conocimiento. Hoy a los empleados de cuello azul y blanco (obreros y ejecutivos) les cuesta adecuarse a este sistema donde los ejecutivos y trabajadores comparten el mismo estacionamiento, comedor, y hasta el uniforme. Junto con ello ser reemplazados por la automatización y la reingeniería. También están los obreros de cuello rosa (ama de casa, secretarias, recepcionistas, etc.) que son un sector de importancia y en crecimiento
    Sin duda alguna los países que apuesten a la educación como prioridad serán los que configuren el orden mundial del siglo XXI. La nueva rama de la economía es la de conocimiento intensivo, es la nueva materia prima por excelencia. Las profesiones clásicas perduraran en el tiempo, pero si alguien desea ganar dinero debe entra en las telecomunicaciones, la bioingeniería genética, el management, marketing y publicidad, como ve todas requieren de una preparación muy alta y acabada que solo se alcanza en la universidad.
    Nos tendremos que ir acostumbrando a una desocupación crónica que no se resolverá ni en la próxima década ya que estamos en los inicios de una tercera revolución industrial y como sabemos y hemos leído con ello viene periodos de injusticia social, refiriéndome a la falta de empleo dado que ello no es solo una cuestión social sino que tiene gran significación en lo económico y fundamentalmente en lo político.
    ¿Estaremos en el 2020 desesperados por un empleo o habremos encontrado el sistema en donde reduciremos nuestro horario de trabajo y dedicaremos el tiempo restante a tareas intelectuales, físicas o simplemente al ocio?

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  3. Comentario realizado por Ana Villalba Villalón

    En 1995 Jeremy Rikfin publicó un libro que para aquel tiempo fue una revolución en el sentido crítico de toda la sociedad ya que abogaba sobre la carencia de trabajo en el futuro de los trabajadores con menos especialización y cualificación.
    Lo que más llamaba la atención es que no pronosticaba una transformación lejana del mundo laboral sino paulatinamente y en todos los sectores debido a condicionantes tales como la bioingeniería, el comercio genético, el virtual, la banca, entre otros.
    Hace 30 años un tercio de la población estadounidense trabajaba en la industria, hoy en día solo es del 17% y dentro de 20 años puede que llegue a alcanzar la cifra del 5%. Toda esta transformación viene también dada de la alta producción y baja demanda existente en el mundo, debido a que los cambios se dan con más rapidez. Y, ante la crisis actual, la ingente cantidad de trabajadores despedidos serán los más desfavorecidos ya que en el futuro la mayor parte de los contratos se adjudicarán a las mentes más brillantes, luego será fundamental para las empresas porque su único objetico será la innovación y reducción de costes en todos los ámbitos empresariales.
    En esta noticia se ponen ejemplos claros como:
    • Era del comercio genético, se puso fin a la revolución industrial de especies ya que la clonación la reemplazaría. Además se introducirán mejoras tales como medicinas ya incorporadas lo que puede llevar a la extinción de la industria farmacéutica.
    • Nuevas tecnologías, lo que dará lugar a una vida del hombre con muchas horas de tiempo libre que puede destinar al ocio y a la familia y, sin embargo, poco tiempo dedicado al trabajo.
    Un dato que ofrece la noticia es que esta nueva revolución industrial está teniendo lugar, sobre todo, en países desarrollados o en vías de desarrollo pero, en cambio, en países del tercer mundo aun están en la primera revolución industrial tal como ocurre en África.
    Ante esta perspectiva estoy de acuerdo en que los cambios se están produciendo a gran velocidad y es indiscutible pero creo que se da demasiado protagonismo a las empresas, los negocios, la calidad de vida de las personas, aumento de la edad de vida, etc. Sin embargo, no podemos obviar el hecho de que en el futuro con el aumento de la población se hará aún más dura la competencia entre personas y no se daría la situación estrambótica de millones de desempleados sin hacer nada por el hecho de estar todo mecanizado e informatizado. ¿Qué pasaría entonces si esos millones de personas tuvieran todo el tiempo libre del mundo para disfrutar si, a su vez, carecen de trabajo y remuneración económica? ¿Cómo serían felices? ¿Los estados se encargarían de evitar los disturbios y revueltas? Pero ¿será ese el futuro que nos depara según Jeremy?
    Creo que en el futuro las personas tomaremos un papel imprescindible y seremos nosotros quienes haremos los cambios siempre condicionados por las grandes corporaciones.

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