lunes, 3 de enero de 2011

¿SE PRACTICA LA MERITOCRACIA?

Noticia enviada por Manuel Cano del Río

 
Cada vez existe una sensación generalizada que vivimos en una sociedad dominada por los lobbies y el nepotismo y no sólo en la esfera pública o de la Administración. Es un germen que cada vez se está contagiando en el sector privado con una intensidad manifiesta en los últimos años.
Cada vez se hace más necesario recuperar el compromiso con la “meritocracia” en las empresas y empezar a prescindir de los compromisos personales que al final no resultan en absoluto beneficiosos. Con esto no quiero dar a entender que se tenga que dejar de contemplar una opción porque resulte ser un amigo o un hijo de un conocido, lo que se debe de hacer es actuar con objetividad.
Esto no es algo que solo ocurra cuando se contrata a alguien. En la actividad de una organización es imprescindible realizar una evaluación continua de todos los componentes de la misma, evaluar sus méritos, con independencia de la jerarquía. Se suele caer en la tentación de recompensar a todos aquellos que basan su relación en los panegíricos o que consideramos como buenos empleados porque no producen ninguna distorsión en el equilibrio de la organización porque asumen con total docilidad lo que se les propone.
Hay que ser exigentes con todos quienes componen la organización y recelar de todos aquellos que asienten y no discrepan de nada de lo que se les propone y menos aún recompensarlo y reconocerlo como un mérito. Esta actitud manifiesta poca implicación y compromiso con la empresa. Es infinitamente mejor que alguien discrepe y haga propuestas, porque como mínimo muestra implicación, que aquel que asume todo lo que se le propone sin más.

Fuente original en internet:

3 comentarios:

  1. Comentario realizado por Marie Duvivier

    El hecho que una persona se implica y da su opinión eso significa que se preocupa de la empresa en la que trabaja y muestra su implicación. Un trabajador que no se implica no puede hacer un buen trabajo. Algunas personas dicen que una empresa es como una gran familia. Por eso una persona que no se integra a su familia no va a tener el sentimiento de de hacer parte de esta familia. Es la misma visión en una empresa. A veces esta la implicación en la empresa esta recompensada por una promoción (en efecto es más fácil de hacer confianza en una persona que se preocupa de su empresa).

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  2. Comentario realizado por Abel Fernández Vaquero

    En la práctica no creo que se utilice mucho la meritocracia o al menos en la realidad que conocemos la mayoría. En España no suele estar bien visto el empleado que protesta o se queja del trabajo que realiza, por lo que se suele recompensar al trabajador que se suele considerar ‘’modelo``, aquel que realiza su trabajo sin rechistar.
    Esto no creo que sea lo mejor para alcanzar los objetivos de la organización, ya que el empleado que protesta, creo que suele ser aquel que se preocupa por lo que hace y que quizás considera que puede realizar su trabajo de una mejor forma a como se le impone.
    Por último también se comente la meritocracia con respecto a la elección del personal únicamente por la relación personal que se tiene con el seleccionado y sin tener en cuenta sus capacidades. Creo que es algo que aunque con el paso del tiempo se está reduciendo, todavía es una práctica muy extendida. Esto puede resultar perjudicial para la empresa ya que se pueden dejar de contratar a personal muy preparado y cualificado por contratar a personas con las que se tiene cierta afinidad, lo que creo que puede afectar negativamente a la productividad de la empresa.

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  3. Comentario realizado por Elisabeth Villena Castro

    Esta noticia vemos que refleja si en la actualidad existe verdaderamente la meritocracia, es decir si una persona llega al puesto de trabajo por sus propios meritos o por ser el hijo, amigo... de un conocido.

    En el texto podemos apreciar tres puntos claves para la selección de un candidato, en primer lugar “actuar con objetividad”, el segundo “considerar a dichos candidatos como buenos empleados porque no producen ninguna distorsión en el equilibrio de la organización y por ultimo “esta actitud refleja poca implicación y compromiso con la empresa”.

    En mi opinión el seleccionador no puede dejarse influir porque el candidato sea un conocido, dado que su elección no está siendo objetiva, y ésta puede resultar costosa a la empresa tanto a nivel económico como a nivel profesional. En el caso de que el seleccionador actúe de tal forma está manifestando su poca implicación con la empresa y el escaso compromiso con la misma. Ante su elección está priorizando a un individuo que en la mayoría de los casos no reúne las características profesionales para el puesto de trabajo, y por tanto el desarrollo de tal puesto será de forma ineficiente, lo que perjudicará de forma negativa a la empresa, de tal manera que dicho individuo simplemente permanecerá en su puesto por no provocar ningún problema o distorsión en la empresa.
    En conclusión, cuando el gerente sea consciente de lo sucedido será necesario que proceda a una nueva selección de individuos tanto para el puesto de seleccionador como para el puesto del trabajador.

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