Los jóvenes son, en España y en toda Europa, uno de los colectivos de difícil inserción. No en vano, en prácticamente toda la UE-27, salvo en Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Letonia, la tasa de desempleo para los menores de 25 años dobla a la tasa de paro nacional. En el caso de nuestro país, el dato es todavía más abrumador y duplica a la media europea.
Si bien es cierto que el Gobierno está concienciado con esta situación, su sensibilización ha de ir más allá de la mera buena voluntad, y pasar a la acción. Es insostenible que una de las generaciones mejor formadas de nuestra historia, no pueda acceder de una forma ágil y segura al mercado laboral. De nada sirve la formación de los jóvenes, si no introducimos mecanismos que les faciliten su entrada al trabajo, para que puedan desarrollar sus conocimientos, y sobre todo, para que estos conocimientos no se queden obsoletos.
Es socialmente inaceptable que una economía moderna no sea capaz de generar empleo para los jóvenes, que son, en última instancia, los que se encargarán de sostener en el futuro, nuestro sistema. La gran distancia entre un trabajador y el mercado laboral es un mal a erradicar. El tiempo que trascurre desde que uno se propone trabajar hasta que lo consigue, es un factor que determina muchas variables. Entre ellas, la empleabilidad del propio trabajador. Es decir, las mayores o menores probabilidades de resultar laboralmente atractivo para las empresas. El tejido productivo necesita capital humano que conozca el entorno, por lo que, cuanto más tiempo se permanezca alejado de la realidad laboral, menores probabilidades habrá de acceder a un puesto de trabajo.
Por otro lado, también se presenta imprescindible reducir el tiempo que transcurre del desempleo al empleo, porque el miedo o la incertidumbre, desaniman al trabajador. Y lo que menos necesita ahora nuestro país, son trabajadores que no crean en las posibilidades que les ofrece el mercado laboral.
No nos podemos permitir ningún obstáculo que dificulte la entrada de capital humano, ni mucho menos, aquel que aleje a los más jóvenes de la vida laboral. Cualquier vía con garantías que facilite la entrada de los menores de 25 años al mercado de trabajo, ha de ser una de las prioridades que nos fijemos de cara al futuro próximo.
Por ello, es necesario que se incida en algunos aspectos fundamentales. El de la formación, es una de las eternas demandas que propugnamos desde AGETT. Es esencial que nuestro Capital Humano del futuro se forme para lo que verdaderamente necesita nuestro tejido productivo. Permítanme la frase, por simplista que parezca: De nada sirve un país repleto de ingenieros aeronáuticos, si la principal base de la economía son los servicios. Puede resultar una nimiedad, pero no lo es. La responsabilidad del futuro es identificar las necesidades que experimentará nuestro tejido productivo y, realmente, formar en aquellos aspectos que nos harán más competitivos y que permitirán que la economía española genere un valor añadido.
Es fundamental, que apostemos por un modelo productivo basado en I+D+i, en fomentar aquello en lo que somos fuertes y, sobre todo, en crear un mercado laboral que integre a los más jóvenes, para conseguir una realidad económica, pero sobre todo, social, acorde con una economía moderna, social y de mercado.
Artículo de opinión de FRANCISCO ARANDA MANZANO publicado originalmente en la siguiente dirección de internet:
http://capitalhumano.wke.es/noticias_base/j%C3%B3venes-mucho-trabajo-por-delante
Comentario realizado por Irene Jiménez Chaves
ResponderEliminarEl empleo juvenil es un tema que debe preocuparnos, sobre todo siendo jóvenes y estando a punto de acabar la carrera para incorporarnos en un mercado laboral cada vez más complicado. Debido a que los directivos son cada vez más exigentes con sus posibles empleados, al ser más jóvenes debemos trabajar más duro para conseguir que se nos valore y estime dentro de una empresa, y este trabajo duro comienza con una formación adaptada a lo que exige el mercado actual: jóvenes con idiomas, conocimientos en informática, con disponibilidad a viajar, entusiasmo, optimismo y un largo etcétera.
Quiero hacer hincapié en uno de los requisitos que más me llaman la atención: la experiencia laboral. Si no tienes experiencia, no trabajas. Si no trabajas, no tienes experiencia. Y así caemos en un círculo vicioso. Entonces, ¿qué se hace? Buscamos trabajos temporales con mucho sacrificio y poca remuneración. Y encima, debemos estar agradecidos porque nos hayan dado la oportunidad de trabajar en cierta hamburguesería o cafetería de renombre.
La cuestión es: si muchos de los jóvenes poseemos todos los requisitos para tener un trabajo bueno y estable ¿por qué tenemos tantas dificultades a la hora de encontrarlo e independizarnos? ¿es el mismo empresariado español el que nos obstaculiza o es que no hay políticas adecuadas? ¿o quizás es una culpa compartida? El caso es que estamos ante una espiral de la que es difícil salir, y mucho menos con los tiempos de crisis que estamos viviendo en nuestro país, situación, todo hay que decirlo, de la que muchos empresarios se benefician
Ante esta situación, tenemos que escoger entre seguir soportando trabajos precarios o exigir que, aunque jóvenes, no debemos olvidar que somos los que vamos a sacar a el país de la crisis.
Comentario realizado por Marie Duvivier
ResponderEliminarPara mi existe diferentes problemas que hacen que los jóvenes no pueden acceder al mercado laboral. La primera es que en mi país en Francia las empresas buscan personas con experiencias es decir los trabajadores, entonces los jóvenes no pueden acceder a diferentes tipos de puestos porque no tengan experiencias. A la facultad no hay prácticas que permiten al estudiante tener un mejor conocimiento del mercado laboral. Para hacer prácticas hay que el estudiante sea en una escuela de comercio o otro, lo que costa más cara. Aquí podemos ver una primeria desigualdad entre estudiantes. La secunda desigualdad es que los estudiantes que son en escuela y que deben hacer prácticas no encuentran ningunas empresas. De un parte las empresas quieren personas con experiencias pero cuando estudiantes, jóvenes quieren hacer ellos practicas, no hay nadie para aceptar y ayudar a ellos.
Comentario realizado por Sandra Gille
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con el artículo que dice que es obligado por parte de los gobiernos de actuar de manera activa para ayudar a los jóvenes en los mercados de trabajo. No puede ser que la tasa de paro de los jóvenes está creciendo cuando su formación está mejorando y cuando los jóvenes son el futuro de un país.
Pues sin embargo la pregunta de los jóvenes e instituciones de formación siempre tiene que ser “Qué podemos mejorar en la formación”. Eso así porque es importante presentarse lo más atractivo posible en el mercado laboral para tener la oportunidad de encontrar un puesto de trabajo en este tiempo de la crisis económica en todo el mundo.
Lo que se podría mejorar en la formación de los jóvenes sea darles más posibilidad de adquirir experiencia en la práctica. Las universidades forman a los estudiantes en la teoría de manera excelente pero cuando sus estudiantes entran en el mercado de trabajo la mayoría de las empresas dice que quiere un empleado que ya tiene experiencia práctica. Por eso tiene que ser en el interés de los jóvenes ganar experiencia con prácticas en empresas así como tiene que ser en el interés de las instituciones de formación ayudar a sus jóvenes en la búsqueda de prácticas con una red de relaciones con empresas. Además tiene que ser en el interés de las empresas ofrecer prácticas a los jóvenes y ponerse en contacto con ellos durante su formación.
Comentario realizado por Elisabeth Villena Castro
ResponderEliminarEn la noticia se refleja la situación laboral actual de nuestro país.
En primer lugar, una breve comparación de España con respecto a algunos países de la UE. Por otra parte, el redactor destaca que teniendo en cuenta la buena voluntad del gobierno no está tomando medidas para incrementar la inserción de los estudiantes en el mundo laboral, provocando miedo, incertidumbre y desmotivación al trabajador causa por el alto tiempo que existe entre el desempleo y el empleo. También hace referencia a que se ha de identificar las necesidades de nuestro tejido productivo para poder formar en aquellos aspectos que nos harán más competitivos y que permitirán que la economía española genere un valor añadido.
Tras haber leído la noticia, estoy en acuerdo con el redactor de la misma dado que coincido en muchos de los aspectos que refleja en el texto. En primer lugar pienso que en la actualidad existe un alto porcentaje de jóvenes que se esfuerzan por conseguir una formación cada vez más completa y extensa, y tras años de formación tengas que esperar otros tanto para poder conseguir un puesto que tenga que ver con lo que has estudiado. Añado que no se está favoreciendo en la creación de empleo, y esto nos perjudica a los jóvenes causándonos desmotivación e inseguridad por nuestro futuro, dado que sí no se nos ofrece la primera experiencia laboral tras terminar nuestra formación, ¿quién querrá contratarnos en un futuro? Por último, decir que se deberían centrar en encontrar las necesidades laborales de nuestro país, y una vez encontradas, motivar a las próximas generaciones en el estudio específico que cubran las mismas.