jueves, 6 de enero de 2011

Los adictos al trabajo desde la perspectiva de los recursos humanos

Noticia enviada por Susana Mª Siles Álvarez


Debido a las presiones que existen en el mundo laboral actual donde se les exige frecuentemente al trabajador que dé el 100% de sí en el desempeño de sus funciones, muchas personas sienten que no pueden cumplir con todo lo solicitado por sus jefes y de allí que decidan, en muchas ocasiones, aumentar sus horas de trabajo para lograr los objetivos establecidos
Cuando esta acción se repite constantemente haciendo que las personas prefieran su trabajo en lugar que su vida familiar, estas corren el riesgo de convertirse, poco a poco, en adictos al trabajo. 
En inglés la adicción al trabajo se conoce con el término de workaholism, concepto que se deriva de los términos: work (trabajo) y alcoholism (alcoholismo). 
Es decir, estas personas literalmente se embriagan de trabajo e inclusive sufren síntomas muy parecidos a los alcohólicos como el síndrome de abstinencia (profunda ansiedad si no trabajan muchas horas extras).

Oras personas que pueden convertirse en adictos al trabajo son aquéllas que tratan de escapar de problemas familiares los cuales no pueden o saben controlar o aquellos que no quieren enfrentarse a su realidad y buscan refugio en sus trabajos.
En una oficina los adictos al trabajo son fácilmente reconocidos, ya que presentan el siguiente patrón de comportamiento:
  • Se encuentran laborando en cualquier momento y lugar, noches, fines de semana y días festivos.
  • Preparan informes para el trabajo con mucho tiempo de anticipación
  • Almuerzan en sus escritorios
  • Dicen constantemente que están tratando de "ponerse al día".
Debido a esta compulsión por trabajar no es de extrañarse que estos trabajadores sufran de gastritis, hipertensión arterial entre otros..
En la oficina,  los problemas más frecuentes no surgen de las personas adictas al trabajo sino de aquéllos quienes lo rodean, ya que se sienten incómodos de laborar con personas tan perfeccionistas lo que hace que el ambiente laboral sea cada vez más competitivo y puede conducir, con el tiempo, a conflictos interpersonales.
Por ejemplo, el supervisor adicto al trabajo podrá establecer normas poco realistas a sus subalternos.  Como sucede a menudo, en tales circunstancias, estos colaboradores al ver que no pueden trabajar con tanta presión, manifiesten a la organización su disconformidad de trabajar con este supervisor  y decidan mejor renunciar.
El gerente de recursos humanos debe tratar de ayudar a los adictos al trabajo.  Para ello, debe:
  • Dejar claro a estos colaboradores que no se les obliga a laborar durante sus períodos de comida; sólo en casos especiales en las cuales la empresa así lo estime conveniente y se lo informe.
  • Hacer que ellos reconozcan su problema de concentración en cuanto a la consecución de los objetivos de forma cuantitativa y cualitativamente.
  • Mostrar a estos trabajadores la forma cómo su comportamiento ha creado problemas específicos en la oficina. Por ejemplo, el supervisor adicto al trabajo, se le debe informar que, debido a su estilo de trabajo, muchos subordinados con talento han dejado la empresa.
  • Tratar que tengan una perspectiva equilibrada entre su trabajo y sus vidas. Para ello es necesario el asesoramiento profesional, tiempo durante el cual estos trabajadores deben llegar a apreciar los beneficios de descanso y recreación.
Es importante que estas personas vean el trabajo como tal, una forma para obtener ingresos a cambio del esfuerzo, del tiempo y de su disponibilidad a la organización.
Ellos deben comprender que es necesario procurar un equilibrio perfecto entre la vida privada y la laboral. No se debe inclinar la balanza sólo al área del trabajo y olvidarse de la vida familiar (su esposo (a), hijos, etc.), ya que podrían lamentarlo en el futuro.

Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:

http://www.rrhh-web.com/Art_los_adictos_al_trabajo.html

14 comentarios:

  1. Comentario realizado por Laura Armesto Ponce

    Puede parecer broma si hablamos de personas adictas al trabajo o que suene a burla, porque parece extraño que alguien disfrute a tanto nivel de lo que es en definitiva una obligación, pero existen muchos casos aunque para nada conocidos.
    Lo vemos reflejado en muchos casos en las películas, el típico hombre que se pasa las horas en la oficina y cuando llega a casa la situación es desastrosa. La situación familiar de estas personas es el primer motivo que puede llevar a alguien a permanecer tanto tiempo ejerciendo una obligación.
    Desde el punto de vista de un jefe o el dueño de una gran empresa no parece nada de malo que alguien haga más horas de la cuenta o trabaje los fines de semana, puede parecer incluso beneficioso para la empresa, pero tiene el inconveniente de que ese tipo de trabajo obsesivo en muchos casos no es el adecuado y le lleve a errores, además de todo esto otro gran inconveniente es el ambiente que puede provocar entre los compañeros.
    El tener un compañero de trabajo que permanentemente esté en su puesto y haga las cosas por adelantado puede provocar en los demás un sentimiento de frustración y pueden ver como una amenaza esta actitud.
    Lo ideal sería poder modificar la conducta de estos trabajadores y hacer que equilibren la balanza pero cuando es cuestión de preferencias, y no se encuentran bien en sus hogares, ¿de qué manera puedes hacerle ver que debe dejar de trabajar tanto?
    Ante esta situación se le plantea un gran dilema a los jefes, despedir al empleado por el ambiente que crea o mantenerlo en la empresa puesto que le proporciona más eficacia y eficiencia en algunos casos.

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  2. Comentario realizado por Irene Jiménez Chaves

    La adicción al trabajo es un tema muy comentado en los tiempos que corren, sobre todo en la época de crisis económica en la que nos encontramos actualmente, ya que muchos trabajadores pueden llegar a pensar que trabajando más horas van a conseguir no ser despedidos, cosa que puede desembocar en una adicción pocas veces reconocida.

    Ante las primeras señales de alarma, el empresario debería asegurarse de que su empleado trabaje única y exclusivamente las horas establecidas. Con ello, se pueden evitar ciertas situaciones desagradables, tanto para el empresario como para el trabajador, y el papel del primero es fundamental para la recuperación del segundo.

    En mi opinión, uno de los principales factores de la adicción al trabajo es el problema que sufre la mayoría de las personas que trabajan: la conciliación entre la vida familiar y laboral, uno de los mayores retos de la sociedad moderna en la que vivimos actualmente. Por esta misma razón, pienso que los empresarios deben establecer comportamientos y actitudes positivas dentro de la empresa, ya que así los empleados pueden hacerse a la idea de que están allí para cumplir sus tareas y que tienen que trabajar para vivir, no vivir para trabajar.

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  3. Comentario realizado por José Manuel Medina Pérez

    Según este artículo dice que el problema de adictos al trabajo básicamente es un problema del que lo padece, y que esa misma persona se lo crea como salida a sus posibles problemas familiares, obsesionados con el perfeccionismo, etc... pero también puede darse el caso que el adicto de forma encubierta este realizando o desempeñando más trabajo de la cuenta debido a la incompetencia o vaguería de su/sus compañeros debido a que esta persona es incapaz de enfrentarse o tenga miedo a sus compañeros para hacerle ver que no completan su trabajo de forma correcta, decide acabarlo él.
    Esto puede provocar que sus compañeros se aprovechen de la situación, y den por hecho que no completar su jornada laboral diaria no es grave, ya que está "el adicto" para salvaguardar las espaldas...y claro está si a esto le añades algún problema personal del supuesto de este, pues la situación se agrava más.

    Puede darse en cualquier operario de la organización, tanto directivos, gerentes como trabajadores de la línea base de algún departamento. Por ello las empresas deben mirarse este problema, ya que no es una ventaja que una persona se explane en sus funciones, desempeñe funciones que no le competen, trabaje de forma reiterada fuera de hora o simplemente trabajen en cosas que no tienen importancia o sin sentido. Ya que de elogios hacia el trabajador en un principio, pueden pasar a incomprensión por parte de sus compañeros, creando tensión y conflicto donde no debería haberla.

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  4. Comentario realizado por Manon Cravatte

    Y la etapa siguiente es lo que a algunos les gusta llamar el “burn-out”. Hace referencia al agotamiento del empleo, depresión que puede sufrir, dados al excesivo estrés que vive en su trabajo. Esta situación de ansiedad y depresión ya provocó suicidios. Hay toda una polémica para reconocer este malo como una enfermedad. Pero, existen centros donde se puede ser curado. El fenómeno se celebraría en fases, habríamos observado: primeramente, entre otras cosas, una gran ambición, luego el rechazo de fracasos, el aislamiento, una actitud cínica enfrente de las personas para las cuales se trabaja. El estado puede necesitar un tratamiento si 2 o más síntomas siguientes se presentan:
    - Trastornos del sueño
    - Dolores cuyo origen no es claro
    - Períodos frecuentes durante las cuales no se siente bien
    - Repugnancia a levantarse o irse al trabajo
    - Angustia, rumia frecuenta
    - Aislamiento
    - Baja de la concentración y de la percepción
    Aunque la vulnerabilidad individual del psíquico desempeña el papel decisivo en la depresión del "burn-out", un aumento de la carga sobre el lugar de trabajo puede, no obstante, poner en marcha la crisis - esto puede ser la gota que hace rebosar el vaso. Las personas tocadas serían también unos representantes tipos de su tiempo. Serían estimulados por " la presión de los resultados, la avidez y el amor de sí".
    La diferencia con el ‘workaholism’ es que en aquella situación, la persona lo “quiere”, es ella que se mata al trabajo y que deja poco a poco a su vida personal. En el caso del “burn-out”, el empleado es un poco como una víctima, sufre su trabajo, porque no tiene las disposiciones necesarias para ‘sobrevivir’ en su ámbito laboral.

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  5. Comentario realizado por Carmen Martín Díaz

    Parece que el mundo está al revés, normalmente todos los trabajadores luchan para conseguir la conciliación laboral y familiar. Se podría decir que el peso de la familiar es muy superior al de la laboral, pero hace falta trabajar para obtener dinero y mantener a la familia. Por ello, ésta es un vinculo de unión fuerte, pero se nos escapa el caso de que haya adictos al trabajo donde ese vinculo no se da, donde lo más importante se reduce a trabajar; con el consiguiente número de horas que se le dedica al trabajo.
    Como sabemos “todo en exceso es malo”, aquí también se da. Está bien cumplir con tus obligaciones laborales pero ¿dónde se deja la obligación familiar? ¿Es trabajar una adicción tan sumamente grande que anula todo lo demás? Definitivamente “no”. Hay una vida que hay que mantener cuando uno termina su jornada laboral.

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  6. Comentario realizado por María Rondán Muñoz

    La adicción al trabajo es un problema más frecuente de lo que parece.
    Muchos de los adictos al trabajo son también presentistas laborales, personas que trabajan a pesar de estar enfermos, lo que provoca un bajo desempeño en sus actividades. Hoy en día, este concepto engloba más condiciones, resultado de no poder desempeñar las funciones al 100%: depresión, ansiedad, problemas de pareja, entre otros. La clave está en la falta de concentración, que se traducen en una gran falta de productividad. En la nueva era de Internet, este término también se asocia a perder el tiempo con webs no relacionadas con el trabajo, una práctica que realiza más de la mitad de la población.

    El papel de las empresas para detectar estas conductas es esencial y obligado, ya que están consideradas como factores de riesgo laboral. Por este motivo, no hay que premiar los excesos laborales; aunque es una medida que utiliza el 80% de las empresas españolas, según datos del Instituto de Formación Avanzada (Infova).
    Entre las conclusiones del IV Congreso Nacional de la Asociación para Racionalizar los Horarios Españoles (AHOE), se destaca que la conciliación de la vida familiar y laboral es una exigencia de calidad de vida en las sociedades desarrolladas e igualitarias. Y, además, se remarca que las empresas deben adoptar medidas para asegurar esta concordia, impulsar la gestión de la diversidad, la innovación y la flexibilidad.

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  7. Comentario realizado por Rocío Hidalgo Sánchez

    Es cierto que estas cosas ocurren y cada vez hay más casos. Existen numerosas familias con este tipo de problema. El marido o la mujer trabajan hasta altas horas de la noche, fines de semana, por las tardes, por las mañanas ¡a todas horas! Pero, ¿hasta qué punto es esto cierto?
    No es de extrañar que a la larga este tipo de vida acabe con la estabilidad en las familias y además cambia el carácter de las personas.
    Es difícil de por sí conciliar la vida social y la vida laboral pero, también tenemos que poner de nuestra parte. ¿Familia o trabajo?
    También es cierto que muchas personas no solo por escapar de problemas conyugales, sino por el vicio del dinero, piensan en coger más y más horas de trabajo. Esto sin duda, es a la larga es un estrés que sufren los compañeros de trabajo, las familias y hasta la misma persona en cuestión. No es algo sano y puede darse el caso en personas demasiado estrictas consigo mimas y con una manía del orden exagerada.
    No obstante, también es cierto que en los últimos tiempos se ha producido una modificación progresiva de las condiciones laborales. Se han disminuido las horas de trabajo en favor del incremento de las de ocio y descanso mejorando así en la calidad de vida.

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  8. Comentario realizado por Jens Ruddeck

    Yo creo que no está bien para la salud si se trabaja demasiado. La gente que prefiere su trabajo a su vida normal no tiene equilibrio en su vida.
    Así que esta gente sigue trabajando sin concentración y empieza cometer errores. Al largo plazo esta gente puede aguantar trabajar tanto y se
    perjudican. Esto es muy malo para las empresas porque así pierdan a sus trabajadores importantes. Por eso creo que los recursos humanos
    tienen que hacer algo contra los adictos al trabajo.

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  9. Comentario realizado por Patricia Jimenez Jimenez

    Es fundamental que el trabajo motive al personal de la empresa y que lo mantenga entusiasmado con sus tareas y con la consecución de sus objetivos. Sin emabrgo, hay que saber distinguir entre entusiasmo y obsesión por trabajar.

    Como el artículo bien apunta, para muchas personas el trabajo supone una forma de aislamiento de los problemas personales o de una realidad que no se quiere afrontar. Bien es cierto, sin embargo, que ello puede ser (y en muchos casos es) positivo en los seres humanos. Todos necesitamos evadirnos de determinadas situaciones que nos tensionan, nos deprimen o nos producen sensaciones negativas; ya sean discusiones familiares, enfermedades, o cualquier otra situación indeseable. En estos momentos, lo más sabio es realizar alguna actividad que nos mantenga la mente ocupada y nos impida pensar en estos problemas, hasta pasado un tiempo. El dilema estriba, precisamente, en cuánto tiempo ha de pasar trabajando antes de volver al problema en cuestión para tratar bien de solucionarlo, o bien de verlo desde otra perspectiva más positiva.

    Con respecto a las soluciones que deben desarrollar los gerentes de recursos humanos a este respecto, incluiría como principal la de preguntarles a estas personas sobre su vida personal y privada. Si ven que sufren este problema de obsesión por el trabajo, y que presentan señales propias de esta situación, lo más eficaz considero que es hacerles ver que no trabajando más van a solucionar los problemas existentes y que estos problemas son igualmente importantes que su trabajo. Quizás si se consigue que visualicen sus problemas personales de la misma manera en que visualizan sus tareas laborales, sean capaces de entender que no pueden quedarse de brazos cruzados y huir de ellos, sin más.

    Con respecto a la primera frase del último párrafo del artículo he de decir que no estoy muy de acuerdo con la idea de que las personas deben ver el trabajo como una forma de obtener ingresos a cambio de esfuerzo y disponibilidad a su organización. Personalmente, considero que esta apreciación del trabajo por parte de un empleado sería muy pobre y poco motivante. Los trabajadores han de saber bien cuál es la razón por la que están contratados, qué es lo que aportan a la empresa por lo que ésta desembolsa el salario correspondiente, y no deben visualizarlo como una mera fuente de ingresos a cambio de esfuerzo.

    Como puede comprobarse, tratar con empleados que sufren este tipo de problemas no es fácil, ya que hay que tener en cuenta muchos aspectos a la hora de hablar con ellos y comprobar constantemente que sus objetivos no los cumple sobradamente sino en su justa medida. Para ello, es muy importante que el gerente de recursos humanos posea una alta inteligencia emocional que le permita ver más allá de lo que el trabajador pueda contarle o expresar con palabras, y sea capaz de minimizar el sesgo existente entre la realidad y la forma en que ésta se manifiesta.

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  10. Comentario realizado por Rocío Neyra Morillo

    En mi opinión creo que existe un tercer tipo (al menos) de personas adictas al trabajo, que derivan a esta situación por ser personas que quizás nunca se hayan sentido triunfadores en la vida, pero sí se sienten como tal en el trabajo.
    Personas que no han sido nunca reconocidas o recompensadas en el resto de su vida, en ocasiones solitarias, o con poco éxito en su vida social, que en su vida no han sido suficientemente destacados en otros ámbitos, pero sí lo son en sus estudios y/o trabajo.
    El sentirse útil, satisfecho, destacado, recompensado, provechoso… hace de estas personas en ocasiones personas adictas a su trabajo, pues es donde encuentran su “felicidad”, donde cubren sus necesidades de sociabilización o reconocimiento, y esto puede llevar a girar su vida en general en torno a su vida profesional… y es donde planteo, sin saber realmente la respuesta, ¿está justificado en esta ocasión la adicción al trabajo? ¿deben estas personas se avisadas también del problema que par así mismo supone abandonar el resto de su vida? ¿no es la felicidad el fin último perseguido en la vida?

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  11. Comentario realizado por Valentine Nion

    Hoy en día, el ámbito profesional esta más y más exigente. Los empleados de las empresas tienen que proporcionar mucho trabajo, trabajar durante horas extras, algunos no pueden pararse con la presión de los jefes o de ellos mismos. Dedican toda su energía cumpliendo tareas, pero son felices?
    Estoy de acuerdo que llevar a cabo una misión, un proyecto puede motivar y conducir a una adición en el sentido de que los trabajadores quieren obtener satisfacción de los esfuerzos proporcionados, pero también la adicción está muy peligrosa. Trabajar demasiado conduce en muchos casos a un aislamiento social, porque los compañeros de trabajo no pueden conseguir con gente perfeccionista. Además, para ser plenamente eficaz, un trabajador debe tener una vida muy equilibrada fuera del trabajo, tener ocios, mantener una situación estable en su familia. El vínculo social es una necesidad para autorrealizarse. De acuerdo que los adictos al trabajo consideran el trabajo como un placer pero no es suficiente. Tienen la elección? Pues, a menudo la vida profesional les lleva poco a poco a la adicción y eso es un gran problema en término de salud. Ser productivo no debe decir dedicarse el 100% a la tarea. En mi opinión, podemos considerar dos puntos de vista: los empleados que realmente no son satisfechos de otro modo que en el trabajo (adicción positiva) y los que no tienen otra opción que trabajar para salvar su empleo (adición negativa) porque tiene un impacto considerable sobre sus relaciones interpersonales. En el secundo caso, podemos destacar que el nivel de ejecución no cumple con los requisitos del puesto de trabajo y puede llevar al estrés, la depresión, y ruptura con la vida social. Así, hay una real diferencia entre la adicción deseada y la adicción impuesta, entonces es muy importante que un asalariado sea consciente que no hay un sentido único entre vivir para trabajar o trabajar para vivir.

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  12. Comentario realizado por François del Peso

    Me parece claro que los adictos al trabajo (workaholics) puedan ser un factor desestabilizador para su entorno profesional y en particular para sus subalternos.

    El que da más importancia a la cantidad de trabajo efectuado que a su vida social no puede imponer su estilo a los demás y por lo tanto debe ser una preocupación para los gerentes de recursos humanos.

    No dudo que en grandes empresas, la dirección de RRHH trate de resolver este tipo de caso, dado que puede generar un malestar del personal e incluso renuncias. Sin embargo, en empresas más pequeñas, me temo que los «workaholics» también puedan ser percibidos como más rentables que los otros colaboradores y que la dirección anime este tipo de comportamiento en vez de frenarles.

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  13. Comentario realizado por Elena Ramos Coronel

    En la entrada del blog del jueves 6 de enero de 2011, titulada “Los adictos al trabajo desde la perspectiva de los recursos humanos”, se pone de manifiesto un problema que puede ser más común de lo que se cree. Al igual que mucha gente intenta olvidarse de sus problemas “tirándose a la bebida”, y convirtiéndose poco a poco en alcohólicos, también se da el caso de los que utilizan el trabajo para evadirse de los problemas cotidianos a los que no puede o no quiere hacer frente.
    En un principio podríamos pensar que es mejor método trabajar que beber, aunque si lo analizamos detenidamente podremos comprobar que también puede acarrear graves problemas a la persona y a su entorno, al igual que el alcoholismo.
    Es cierto que los compañeros o los subalternos del adicto al trabajo pueden sentirse incómodos, los primeros porque pueden pensar que a ojos de los superiores están quedando peor que el afectado, y los segundos por el hecho de que su superior adicto les exigía tanto desempeño como el que logra él “por culpa” de su adicción.
    En el texto se expone lo que debe hacer el departamento de RRHH cuando detecte que uno de los trabajadores pueda sufrir esta adicción, sin embargo, el problema está en poner los medios para poder detectar esto, ya que muchas empresas, con el afán de producir y rendir más, estas conductas son casi que exigidas, y por ello se convierte al trabajador “normal” en la persona con la actitud desfavorable para la empresa y poco a poco esa actitud de echar más horas extras y apenas conciliar la vida laboral con la familiar se va haciendo un continuo en la empresa por el miedo a no quedar peor que tu compañero de al lado.
    Pienso que estas conductas, que a la larga pueden ser perjudiciales para la empresa, deberían ser tenidas más en cuenta y verdaderamente poner los medios necesarios para detectar y evitar estos casos, demostrando así que realmente las empresas, además de tener en cuenta al trabajador, también tienen en cuenta a las personas.

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  14. Comentario realizado por Ana Terrón Verdugo

    Desde mi punto de vista estoy totalmente con la posición que toma este artículo, y yo me pregunto ¿Cómo puede existir este tipo de personas y de adicción? Pienso que en un trabajo hay que dejarse, si hace falta algunas veces y en algunas situaciones, la piel si fuera necesario. Tienes que involucrarte en todas las acciones realizadas en el trabajo, pero creo que después del trabajo deberían correr un tupido velo y centrarse en su familia, amigos y aquellas personas de su alrededor que lo necesitan.
    Como bien dice el último párrafo creo que las personas se tienen que tomar el trabajo como un trabajo realizado en el que por desempeñarlo recibes una retribución.

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